Gracias por el regalo de tu existencia... por tu Paz... por estar...
Como dice la canción que A. Filio escribe y canta a su hijo:
Y en verdad no entiendo bien, pero sí se que mi amor por vos es incondicional. Y te merecés eso y más... La Paz va llegando a mi corazón. Gracias, Maru, por enseñarme el camino..."Cuando dejas tus zapatos
pegaditos a los míos, no sé bien
no entiendo bien si estoy
construyéndote un futuro
o curándome un pasado
pero sé que este cuento no acabó
no terminó".
El Posteo anterior no lo borro (aunque me gustaría hacerlo), porque queda ahí el comentario de María de la Paz. Para recordarme, para recordarnos, que dejarnos llevar por las broncas es mal camino. Espero haberlo aprendido. De una buena vez.